Salir del coma

Image

La misión más importante de la vida es despertar de ella. Desde hace años, yo estaba bordeando ese límite. Estaba en el precipicio de abrir los ojos. En esa parte del sueño donde una empieza a intuir ciertas cosas y a develar ciertos misterios que dormida, se arrancan entre las manos. Igual que cuando una sabe que algo soñó, pero después no puede recordarlo. Así vivía yo- intuyendo, adivinando, intentando descifrar respuestas en el letargo- hasta que en diciembre pasado desperté de golpe. Desperté de manera brusca. Y no lo hice sola. A mí, me despertaron.

Fue el hombre que vivía conmigo hacía un par de meses. Él me hizo abrir los ojos a punta de gritos y maltrato. Me despertó aunque mi coma era profundo y porque ya llevaba tiempo zamarreando mi corazón con su lengua filosa, sus ataques de ira descontrolados y sin motivos, sus faltas de respeto y una indolencia que no tenía límites. Me despertó cuando me descubrí encerrada y llorando de terror en mi baño mientras él gritaba fuera de sí desde el otro lado de la puerta. En ese segundo fue cuando él me despertó. Porque fue en ese preciso instante cuando yo salí del coma en el que había estado sumergida durante años. Y fue como sacar la cabeza del mar, verse en medio de una tempestad, intentar respirar a bocanadas, sentir el pánico por cada milímetro de tu cuerpo, pero entender que habías sobrevivido al naufragio. Sólo te quedaba una opción: bracear con todas tus fuerzas hasta la orilla y rescatarte. Eso hice con los ojos recién abiertos: rescatarme. Porque cuando de pronto todo estuvo nítido, el bombardeo de preguntas fue veloz. ¿Qué diablos hacía yo ahí, aterrada, llorando, amenazada, gritoneada por un hombre feroz? ¿Qué hacía él en mi vida? ¿Lo había traído yo hasta mi propia casa? ¿Por qué hasta ese momento lo había soportado? ¿Por qué le había creído hasta ese momento que yo provocaba su voracidad si yo no había hecho más que cuidarlo, alentarlo, darle cobijo, amor y lo mejor de mí? ¿Cómo no pude ver antes que lo que él calificaba de pequeñas mañas eran sólo agresión y violencia? ¿Qué hacía yo con un hombre que hablaba brutalmente de sus ex parejas, hacía escándalos de la nada, no sabía qué hacer con su futuro pero quería conseguirlo todo de una mascada, criticaba todo lo mío, especialmente lo que sabía me hacía daño para manipularme? ¿Qué hacía yo metida en esa película de terror sin haber hecho nada para merecerlo? Luego empezaría a responderme esas preguntas. Pero lo primero era rescatarme. Entonces al día siguiente hice lo que debía hacer: lo eché de mi casa y de mi vida. Aterrorizada por su reacción y sin pedirle ayuda a nadie, porque aún no me atrevía, porque aún estaba presa del miedo, le pedí que se fuera. Y claro, él estalló en rabia. Y se fue a su modo: insultando, amenazando, gruñendo, pataleando para remecerme y doblegar mi voluntad. Pero a esas alturas yo ya no estaba al alcance de sus garras. Me había rescatado. Había despertado de mi coma. Aún estaba en medio del mar, en la mitad de la tempestad, pero ya no estaba en riesgo de ahogarme. Y lo único que sabía eran dos cosas: no volvería dejar que él se me acercara jamás y ahora sólo tenía que nadar con las poquitas fuerzas que tenía hasta la orilla.

La primera etapa fue demoledora. Porque cuando de un día para otro abres los ojos, te cae una avalancha de verdades, recuerdos, hechos y emociones encima tan grande que sientes que no eres capaz de sostenerte en pie. Porque yo no desperté de un coma amoroso, desperté de un coma vital y todas las piezas de mi vida se reordenaron después de este terremoto. Así, el primer despertar fue violento, arrebatador y tremendamente doloroso. Es tanta la nitidez del nuevo paisaje que estás viendo que no crees que seas capaz de digerir tanta información. Te bombardean las preguntas. Aparecen con la rapidez de un rayo las respuestas ciertas que antes no pudiste develar. Y te duele. Te duele el alma como si te la estrujaran cuando te das cuenta de que necesitaste pasar por lo más macabro para que fueras capaz de despertar. Porque antes, tuviste señales. Porque antes Dios te mandó señales más suaves y menos horrorosas, pero tú no fuiste capaz de espabilar de tu sueño profundo. Porque de pronto descubres que el origen de todas tus heridas están nada más ni nada menos que en ti y tu capacidad para seguir con los ojos cerrados. En medio de esa maraña de dolor, también sientes la alegría más grande que hayas tenido cuando compruebas que finalmente, gracias a lo que fuera, no importa el medio, no importa el horror ya, estás despierta. Con los ojos bien abiertos. Al otro lado del umbral. Y gracias a Dios, a salvo. Lista para empezar a construir la vida que sueñas y mereces. Lista y despierta, al fin. Como me dijo hace pocos días mi amiga y colega Ale Carmona: cuando haces crisis y despiertas, es el comienzo del camino hacia tu felicidad porque ya eres libre, porque ya cumpliste con tu misión.

El comienzo del viaje fue como decía, muy doloroso. Un proceso muy íntimo y cargado de mucha pena, mucha rabia, mucho llanto, pero también de mucha fe, agradecimiento y felicidad por haberlo logrado a tiempo y por el futuro que se venía después de tamaña revelación. Ha sido un proceso muy acompañado y lleno de amor: mis amigos más íntimos, mi familia y quienes me quieren bien, saben todo lo que pasé y han estado ahí, acurrucándome y dispuestos a protegerme. Este ha sido un viaje que ahora, estoy plasmando en un libro con todos los detalles que aquí, un textito corto, no alcanzo a dar y que espero vea la luz pronto. Pero sí puedo decir que después el paisaje fue aclarando y empezaron a aparecer sin mucho esfuerzo los frutos. Las cosas buenas. Las recompensas. Los amigos buenos. Las personas que te quieren para bien. Las maravillas que antes no podía ver por estar anestesiada. Los colores. La alegría genuina. Así recuperé la capacidad de sonreír y reparé que ya no era la misma persona. Que era otra. Una persona más sabia, en paz y lúcida. Una persona que no volvería nunca más a vivir en la oscuridad. Y poco a poco, empecé a divisar la orilla que me espera: resplandeciente, bella y tal como la imaginé antes en sueños. Pero para llegar a ella, claro, tengo aún que nadar.

En eso estoy ahora: divisando la orilla hacia la cual estoy navegando. Despertar de un coma es lo que decía, un viaje hacia la claridad. No es despertar y llegar a destino. Es despertar, nadar, sanar y aprender a valorar el panorama. Y luego, al final, ver el horizonte que te espera al final. Y yo estoy disfrutando mientras me desplazo. Y trato de vivir intensamente todo lo que me está pasando en este trayecto que es el más importante de mi vida. Para ser sincera, a veces aún me agarra la rabia. La rabia contra mí misma por haber estado metida en esa historia. La rabia y la vergüenza por haberlo permitido. La rabia contra ese hombre malo. La rabia que tengo con mi miedo que me impidió hacer lo que debía hacer: denunciar. La rabia que a ratos, me ha hecho decir cosas que no quiero decir. La rabia por la impunidad en la que queda gente así para seguir haciendo de las suyas. Lo poco y nada que sé de él es eso: que sigue haciendo de las suyas. Que dice que yo estoy loca porque esa es la típica mentira de un maltratador: decir que su víctima está loca. Y sé que después de buscar velozmente un refugio, ya encontró uno donde sé por experiencia, causará estragos. Y a mí se me aprieta la guata de sólo pensar en la que viene después de mí. Y me da mucha pena saber por lo que va a pasar. Pero también sé que no puedo advertir ni rescatar a nadie porque lo primordial soy yo. Y yo, claro, que todavía no me perdono cien por ciento por haberme expuesto al horror que viví, y que aún me castigo por haber caído así de bajo, también estoy cada día más tranquila y consciente que este horror fue lo mejor que me pudo haber pasado. Y lo agradezco. Lo agradezco mucho y entonces dejo de reprocharme. Porque fue esto lo que me llevó a la crisis. Lo que me despertó del coma. Lo que me empujó definitivamente hacia mi felicidad. Lo peor es lo que me está llevando ahora hacia lo mejor. Así son las paradojas de la vida.

Ha pasado tiempo ya desde que inicié este viaje. Pero no había podido decir una sola palabra al respecto porque no me sentía capaz. Seguí escribiendo, aunque todo eso, está en el libro que de modo muy privado me ayudó a hacer catarsis y que sé ayudará a muchos otros, muchas otras, espero que luego. Pero aún no era capaz de contar esta historia más públicamente. Porque la verdad, aún tenía miedo. Aún recordaba y sentía escalofríos. Pero ahora ya no siento temor. El miedo se evaporó con el tiempo y gracias al amor que he recibido en todo este proceso. Me siento protegida por un ejército de buenas personas y completamente en pie. Por eso recién ahora, puedo compartirlo con ustedes. Porque ya no tengo miedo. Porque todo lo que pasé ya cuajó en mi corazón y me siento en condiciones para hacerlo. Porque compartir honestamente pedacitos de la vida ha sido mi compromiso desde que empecé a escribir. Porque sé que es algo que ayuda a muchas personas de manera invisible, pero poderosa. Porque como comunicadora que ha alentado a tantas personas a contar sus historias, me sentía una cobarde de no haber sido capaz aún de contar la mía. Porque sentía que estaba en deuda con mis lectores. Porque sí, aunque aún tengo vergüenza, entiendo racionalmente que no tengo nada de lo que avergonzarme. Y porque me siento orgullosa de lo que hice. De haberme salvado. Y de tener el coraje hoy día para contarles cómo fue que desperté de mi coma.

52 Comentarios

  1. Carlos

    Acabo de leer tu reportaje de Guatemala, y me llamo la atención las referencias a tu vida……ahora entiendo lo que escribiste….y sin conocerte te digo que me alegro que tu vida haya cambiado tan radicalmente…..de estar en la oscuridad del coma….a ver la luz de la esperanza de que la vida te ofrece alternativas de felicidad ahora o en el futuro.
    Un abrazo enorme….y espero encuentres la felicidad que mereces y merecemos todos nosotros….para eso venimos a este mundo

  2. Oscar

    Hola pepa, te leo desde que comenzó tu narrativa en la «zona», con grandes éxitos, y realmente me gusta mucho como escribes y por esta misma razón, cada vez que leo que fracasa una relación amorosa tuya, siempre el culpable es el otro y la víctima eres tu… Seria rico leer alguna vez un autocrítica del autor, saber que el dicho que «el fracaso es de 2 en las relaciones» ;es realmente cierto y no solo existe un culpable, a lo mejor realmente tienes mala suerte y te tocan pasteles, Quizás, freudianamente hablando es lo que buscas…

    Exito

  3. caronunezs

    Pepiitaaa que fuerte lo que cuentas… siempre eres tan alegre que yo creo que nadie se podría haber imaginado lo que estabas viviendo, gracias por compartirlo da para pensar mucho…hace tiempo que no escribes acá (ese es un reclamo oficial jaja).
    Que estés bien, yo creo que la vida te tiene preparada tantas cosas lindas!… es una de esas certezas que tiene uno a veces… que este bien.

    Salu2

  4. castillosenlasnubes

    ay pepita! te leo desde hace haaaarto tiempo y cnd derrepente dejaste de escribir yo dije «algo le debe haber pasado a esta mujer»
    y ahora me entero que te ha pasado de todo!!
    lamentable q el despertar haya tenido q ser tan brusco
    lo bueno es q ya estas despierta :), solo mandarte fuerza en todo lo q te queda por nadar

  5. Macarena

    Pepa querida….querida, aunque no nos conocemos. Que alegría saber que ya vas camino al otro lado, que bueno leerte y sentirte tan optimista, estoy segura que aunque el proceso fue terrible, sirvió y de mucho. Muchas gracias por compartir tu experiencia, que así como el libro, ayudará a muchas y muchos.

  6. Patricia

    Eres Tremenda Pepa, te sigo de siempre… y llevaba tiempo entrando al blog y nada!… ahora comprendo por que… te felicito… yo tambien pasé algo similar… y nada.. sentirse liberada es maravilloso! Un abrazo

  7. Artemisa

    Querida pepa que bien por ti que lo lograste, yo logre despertar de ese coma profundo y estube nadando casi dos años contra la corriente no se que me falto, creo que fue miedo el que me sobro, pero volvi a caer en coma y sigo escuchando a ese hombre que se enoja de la nada y que de toda sus falta la culpa siempre es mia, me falto coraje y termine rindiendome…

    1. pepavalenzuela

      Artemisa: yo no soy nadie para decirte hazlo, hazlo ahora! sal de ahí. Sólo sé que los tiempos para decepcionarse y vencer el miedo son distintos para cada persona. Cuando yo hablo de mi coma, no hablo sólo del tiempo que estuve con esa persona. Hablo de muchos años de no verme a mí misma. De no saber mi propio valor. Y de sentirme tan sola, que aceptaba cualquier cosa que me diera un cobijo. Aunque ese cobijo después se transformara en una trampa mortal. Despertar de mi coma significó eso: no sólo ver a este hombre voraz que tenía al lado en ese momento, sino darme cuenta de por qué yo había aceptado cosas en mi vida que nada tenían que ver conmigo. Y empezar a verme y amarme de verdad. Sin embargo, me preocupa lo que me cuentas. Me duele porque sé como duele aunque no te sientas lista para hacer nada al respecto. Si quieres y te sirve que algo te diga al respecto, escríbeme que yo estaré dispuesta a hablar contigo. Mi correo es pepitavalenzuela@gmail.com Te mando muchos cariños. Y mucha protección también.

  8. pauli

    pepota porque tuviste que pasar por todo eso, porque no hablaste antes teniendo tanta gente que te quiere a tu alrededor, espero que nunca mas en la vida pases por estas penurias y sigue teniendo fe, sana tu alma y tu cucharon, espero que de esto ayas aprendido porque que esto que pasaste tu no lo viviste y tampoco te lo inculcaron y que no tenias porque vivirlo, porque estar aguantando a un sin vergüenza care raja que no te merece en lo mas mínimo, tengo rabia y tengo pena, gracias por compartir esto que es tan tuyo, un abrazo de oso para ti y nunca nunca pierdas la fe.

  9. ma.jose

    Pepa: solo agradezco la forma en que plasmaste este proceso ,para quienes vivimos en coma y logramos despertar significa un tesoro tus palabras,ya recuperada soy inmensamente feliz mi remedio?? El amor de mi familia, amigos y personas que uno ni imaginaba cuanto te valoran,cuesta el recontruirse pero se logra,te ofrezco mi historia si ayuda a despertar a muchas (os) quienes lo necesiten.un abrazo afectuoso

  10. Pauli

    Estimada Pepa:

    No te imaginas cuanto me remecieron tus palabras y no por haber sufrido de forma personal una situación así de terrible, sino porque a través de ti logre ver un atisbo de lo que mi mamá vivió a manos de mi padre y quien fuera su esposo por 28 años. Recién pude dimensionar el daño y saber que la etapa de dolor en la que actualmente se encuentra tendrá un fin me da esperanza. Desde que todo esto sucedio con mis hermanos le hemos entregado todo el amor y protección que hemos podido sólo ruego que podamos ponerla de pie para que ella algún dia pueda cerrar el capítulo y comenzar a ser feliz. Gracias por compartir esto. Lo mejor para ti y éxito en lo que viene con tu libro.

  11. jessica

    Pepita: Bienvenida a la vida… A esa que a veces, ignoramos por estar ahogadas, a esa que a veces la dejamos olvidada por malos hombres como el que tuviste.

    Abriste los ojitos, tu corazón y las alas para poder ver todo lo bueno que vendría para ti, estando liberada de el. Un abrazo muy fuerte, besitos. Siempre es un agrado leerte aunque no comente.

    Saludos.

    Jessica.

  12. verónica silva

    Ayy Pepita, que triste saber por todo lo que te hizo pasar ese mal hombre. No se que es peor la violencia física, verbal o psicológica, todas te carcomen lentamente y hacen heridas profundas, heridas que a veces ni nosotras somos capaces de ver, hasta que decidimos decir basta!! Somos muchas que como tú hemos despertado y espero que cada día seamos más. Te felicito por dejar a un lado el
    miedo y gritar tu verdad, como sólo tu sabes
    hacerlo. Todo mi apoyo para ti.

  13. andrea

    Linda Pepa :
    fue imposible que no me saltaran las lagrimas ante tan poderosas letras…
    Hace un mes tambien desperte, él sujeto con un grito de prepotencia me desperto. Y solo atine a tirar toda mis pilchas y cosas dentro del auto y venir al refugio de la casa de mama.
    Y la orilla , aunque es el lugar donde se puede respirar, es tambien el mas doloroso. Porque me cuesta recordar como era yo, porque duele verse sola tan cerca de cierta edad , porque no se como se hace para volver a confiar y eso me derrumba a través de los desvelos o de los sueños cuando logro dormir. No se como una deja que las cosas pasen como si todo fuera normal, tomando aspirinas de que tal vez la culpa es mia etc.
    Te admiro Pepa desde que te lei en la Zona y permiteme enviar un abrazo a la distancia , bendiciones para tu vida y mucha energia positiva para tu libro .
    Cariños
    Andrae

    1. pepavalenzuela

      Andrea, gracias por tu cariño, las buenas vibras y tbm compartir tu experiencia conmigo. Si, estar en medio de la tempestad es muy doloroso. Sobre todo al comienzo. Pero es un viaje. Un proceso. Y cuando mas te duela, recuerda dar las gracias: porque este dolor va a hacer el primer capitulo hacia tu felicidad, literalmente. La crisis es una oportunidad para encontrar tu verdadero destino. Y eso no puede ser una duda, debe ser una certeza, como dice una mujer luminosa que conozco. Si te puedo decir algo, pasa la angustia, pasa la pena, pasa tbm de a poco la rabia. Dejate llevar por tus tiempos. Pero siempre tienes que saber que esto es una alegria tbm. y da las gracias. y llora lo que tengas que llorar. vacía tu dolor. que asi va pasando. si quieres me escribes a pepitavalenzuela@gmail.com para enviarte algo por el interno. un abrazo andrea. y mucho cariño para ti

  14. Jessicapics

    Pepita, primero que todo; me autoflagelo por no saber que tenía usted un blog. Yo, que me considero su fan!
    Me he emocionado hasta la médula con su experiencia, y se agradece la valentía de alzar la voz en pos de ayudar y advertir a tanta persona «en coma».
    Por razones similares, aunque no iguales; hace un poco más de un año yo también desperté de golpe… o me despertaron. Y concuerdo en que al principio es difícil y uno siente que se esta ahogando, y no sabe como salir adelante. Pero se puede… definitivamente se puede.
    Espero con ansias la publicación del libro en el que entiendo estas trabajando.
    Mucho éxito en todo.. y animo, que esto recién está empezando!!

  15. Raquel

    Hermosas palabras y solo una cosa que decir: valiente.
    Un ejemplo para todos los que sin haber pasado por una historia así, nos echamos a morir por pequeñeces y no despertamos ….no nos rescatamos.
    Felicitaciones por esta nueva etapa y por tu linda columna

  16. Mauro Ney Castro

    Pepa, querida amiga en primer lugar mis felicitaciones por esa fuerza que sacaste para hacer el «basta», y luego por la tremenda hidalguía para publicarlo y con ello salvar a muchas posibles victimas o influir en otras que aún se mantienen en ese «coma» del que les cuesta tanto salir.
    Tengo una profunda admiración intelectual por ti, lamento muchísimo no haberme percatado que estabas atravesando por ese calvario, las pocas veces que casualmente nos hemos visto.
    Desde luego sabe que cuentas conmigo y no solo hasta 2 o hasta 5 sino que cuentas conmigo.
    un abrazo.

  17. Naigabi

    Admiro la valentía que tienes de contar algo tan tuyo. No sabes lo identificada que me sentí, lo malo es que en mi caso jamás hubo violencia física. Y digo «malo» porque cuando la violencia es sólo psicológica demoramos incluso más en darnos cuenta y despertar del coma.
    Espero que el lugar hacia el que nadas ahora sea infinitamente bello!

    1. pepavalenzuela

      Linda, gracias. En mi caso tampoco hubo violencia física. El es muy inteligente: sabía que lo otro hería mucho y no dejaba evidencias.
      Lo importante es que tbm despertaste del coma. Solo por eso, tu orilla tbm será bella. cariños!

  18. Liza

    me alegro de que hayas sobrevivido a esa vida… no todas logran hacerlo…. espero que esta columna ayude a todas las que chicas que, como tu, son aplastadas por un tirano violento y castrante, las ayude a librarse de él, a valorarse y amarse!

    qué bueno que estes bien acompañada y rodeada de amor, ojalá eso no diminuya nunca y sólo crezca el círculo de apoyo que te ayude a alcanzar tu orilla!

    un abrazo

  19. pilarsotomayor

    Te admiro. Por poder compartirlo y contarlo. Yo lo cuento a cada rato pero no podría contar como llegué ni como salí ni cuando fue. Por miedo que no me crean, miedo a que él aparezca diciendo que soy una loca y que le crean más a él que a ni. Porque la mayoría de los «amigos» incluso un pololo que tuve después de él le creyeron. Y eso me tiene aún marcada y con miedo. Por eso te admiro y envidio un poco.

    1. pepavalenzuela

      Pilar: no tengas miedo. Tener, saber y decir la verdad tiene que ser más poderoso que el miedo. Obviamente es difícil que todos crean lo que viviste: generalmente estos personajes son encantadores, simpáticos, los reyes de la fiesta. Para sus amigos y familiares les resultaría increíble saber cómo son en una relación de pareja. Es algo que no pueden digerir. Es mejor negarlo, descalificar a la víctima, decir que está loca, que fulanito nunca podría ser violento con nadie. Y claro, no hay maltratador en el mundo que reconozca que es un maltratador. No sé si porque no lo ven o porque les da tanta vergüenza admitirlo que prefieren decir que tú estás mal, equivocada, loca, fuera de ti. Pero tú sabes que eso no es así. Tú sabes que no estás loca. Y esa verdad, es la que debe darte paz para tu corazón. Y alejar el miedo sin importar que haya quienes no te crean. Te mando un abrazo

  20. Señorita_Cizaña (@Sitacizana)

    Que palabras más claras y transparentes, reflejas a la perfección lo que se siente vivir en el miedo, sin darte cuenta y con una venda en los ojos. Es duro cuando tomas conciencia de lo que estas viviendo, primero te tranquilizas pensando que tal vez «ÉL» tuvo un mal día, o que «UNA» es la alharaca… No ves las señales que van quedando delante tuyo o no escuchas las opiniones de la gente que te quiere y puede ver desde otro prisma lo que pasa en tu vida… Al igual que tu mi primera reacción al ver la realidad fue sentir el mundo sobre mi, afortunadamente esa etapa paso rápido, pero después viene la vergüenza por sentirte una idiota al haber dejado a alguien que no nos merece hacernos sentir pequeñas e inútiles…
    Pero Pepa somos afortunadas, somos del pequeño porcentaje de mujeres que «despertamos del coma» a tiempo, cuando aún podemos volver. Algunas mueren, literalmente, por no ser capaces de reaccionar y se dejan consumir en cuerpo y alma por esos hombres «poco hombres».
    Con el tiempo he aprendido que estos tipos no buscan más que reafirmar su virilidad sintiendo que tienen el control, que son capaces de manipular y humillar a alguien a su antojo… Pues son los seres más cobardes, ya que no tienen el coraje de asumir el gran compromiso que significa amar, cuidar y respetar a quien tienen a su lado.
    Una gran enseñanza queda después de toda la experiencia, luego de sanar tu alma y ordenar tus pensamientos, cuando ya todo esta claro y te sientes «grande» en el amplio sentido de ésta palabra, grande por ser capaz de superar un episodio que sin duda ninguna persona merece pasar.

    Pepa Somos afortunadas… «Salimos del coma» y vivimos para contarlo.

    1. pepavalenzuela

      así es. somos afortunadas. claro, piensas esas cosas porque el otro se encarga de que las creas: que es sólo una mañita, que tú eres exagerada, entonces te empiezas a perder, a dejarte convencer que eres tú casi la responsable de la situación. a mí me decían eso: que yo provocaba sus ataques de ira. y por un rato, lo creí. Le creí a pies juntillas porque él sabía dónde dispararme para herirme, sabía dónde estaban mis debilidades. Pero sí linda, somos afortunadas. Porque salimos. Y eso no es casualidad. Es fuerza interna y tbm ganas de despertar. Te mando un abrazo grande.

  21. Karen

    Que potente relato, me alegro mucho que hayas podido despertar y comprobar que se pueden hacer cambios para que nuestra vida sea todo lo que queremos y no conformarnos.
    Me encantan tus columnas en Lun, te lei tambien en Belleza Falabella y me encanto encontrar ahora tu blog, te seguir leyendo…

  22. Helen

    Linda Pepa!!!! Te sigo desde lun, muy emotiva tu historia y te admiro mucho más en saber que eres una mujer muy muy valiente.Mucha Fé en lo que queda por recorrer, que estoy segura desde ahora será lo mejor para tí siempre.Un abrazo enorme.

  23. Loreto Correa

    Escribir es, entre otras cosas, exorcizar, sacar los demonios del alma. Tu relato además de ser bello es un testimonio que sin duda ayudará a muchas mujeres que tienen miedo no solamente de hablar a otros acerca de lo que les ocurre sino de hablarse a sí mismas y escucharse. Tu te escuchaste y de ahí en adelante todo lo que venga será bueno. Cuando se ha estado ciega y se ve por primera vez, la luz, el resplandor es tan grande que no podemos ver con claridad. Por lo que cuentas ya pasaste por ese momento ahora puedes ver y vivir. Gracias por compartir esta vivencia tan profunda y fundamental.

  24. Anita Lore

    FABULOSOOOOOO!!!! Que grandiosa prueba de fortaleza y de recuperación!!!!….Grande Pepa, me alegro mucho que estés bien……y que todo lo que la vida nos hace vivir lo tomes con un propósito. Espero poder tener entre mis manos muy pronto tu libro…..lo quiero YA!!!!. Tu fiel admiradora…..Anita Lore….besitos enormes!!!!

  25. Sui-fang

    Me siento muy identificada con lo que te sucedió yo pase por lo mismo y aun estoy recuperándome . Muchas felicitaciones por lo que haces, sin duda un gran ejemplo y fuente de inspiracion

  26. Pablo Kameid

    Pepa, voy a escribir desde mi estado de asombro, antes de que se enfríe.

    No puedo hacer más que condolecerte. Que este sufrimiento es tuyo, mío, nuestro y de tantos. Todos hemos estado bajo abuso y bajo violencia, de una forma u otra, pero el tenor de tu historia me parece brutal, a pesar de haber leído en más de alguna oportunidad que habías sido presa de violencia de pareja.

    No sé si todavía será tiempo de decirte esto, pero recuerdo de alguna conferencia a la que fue mi señora y el conferencista dijo «para que haya abuso tiene que haber dos: el abusador y el que se deja abusar». Claramente, dejarte tu condición de «abusable». Felicidades y felicitaciones.

    Un abrazo enorme!

  27. Poly Vega (@polyvega)

    Querida que comentario el tuyo y no sabes como me removió. Agradezco la valentía de publicarlo. Yo pase por lo mismo, un día me desperté sabiendo que era maltratada y me pregunte como fue posible que no me diera cuenta antes, como fue posible que una mujer que había estudiado el tema pasara por eso y peor aun, lo permitiera. Salir a flote cuesta y mucho pero la tranquilidad y la fuerza que sacas de eso es impagable. Hoy siento que si él no logro destruirme nada podrá hacerlo porque soy infinitamente mas poderosa, inteligente y valiosa. Mil besos

  28. Camila Buzzo

    No te conozco, no sé nada más de ti que lo que escribiste acá y me hiciste llorar…

    Cada palabra que lei de tu historia era como si yo hubiese estado contando la mía.

    Como bien dices, no puedes salvar a nadie más que a ti misma… Y es una tarea compleja, que lleva años y en más de un momento querrás rendirte.

    Mucho ánimo en tu camino a la libertad, al despertar y suerte! Espero que en tu camino encuentres un hombre que de verdad te merezca.

    Cariños.

  29. Walecilla

    como dices en tu texto tienes muchos lectores anónimos que sin conocerte, te sienten una persona cercana por el hecho de que compartes tus experiencias con todo aquel que quiera leer(te)….llevo tanto rato siguiéndote, primero en la zona, despues tu blog, lun, falabella, twitter, etc, etc, etc, etc y de corazón me alegro muchísimo que tu vida vaya mejorando, de que todo lo malo ya paso y ahora se viene lo mejor para ti….Ademas solo leyendo tus experiencias, una que no te conoce, se le infla el corazoncito por saber que todo mejora para ti y en algún momento todo mejorará para nosotros tb, solo necesitamos ese despertar….
    Cariños!!!

    pd: cuando saldrá tu libro??

  30. Carola

    Amiga mía!! Estoy feliz que escribiste y te decidiste a contarselo al mundo tu experiencia servirá para que nos demos cuenta y valoremos mas nuestra cabeza y a sospechar de nuestro corazón porque en ciertas ocasiones nos equivocamos y nos pasa malas jugadas …..

    Y te dejo un mensaje

    «No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos «. ( orison sweet)

    Con agustin estamos tan agradecidos de ti porque nos apoyamos mutuamente en etapas complicadas y eres parte fundamental ahora en nuestra vida y lo seguirás siendo para siempre …. Te queremos

  31. Bea

    Ay, Pepa! una de las cosas que agradezco en la vida es haberte conocido, que hayas sido mi profe y muchas veces mi consejera ¿por qué? porque a través de tus textos, tus reportajes y confesiones como estas, me doy cuenta de la tremenda mujer que eres y de la gran periodista que se ganó este país. Eres admirable y tus textos, un imperdible.
    Te adoro!

    Bea.

  32. anaoz

    Pepa querida. El despertar que viviste/estas viviendo no tiene vuelta atrás y sin duda todo lo que venga y elijas para ti será bueno porque lo vas a recibir y elegir desde este otro lugar. Tus palabras tienen mucha fuerza y coraje y no dudes que esta -como otras- serán líneas que sumarán también al despertar y sanar de otras. La compañía y los «click» que activan a veces las palabras en experiencias de otros son tanto o más poderoso que un abrazo sincero de alguien que te quiere y cuida. A disfrutar!

  33. Rodrigo León

    La felicito por la valentía y la fuerza que tuvo que tener para escribir este texto luego de lo ocurrido. Pero me da alegría saber que ya está en un mejor sitio ahora, dejando atrás lo oscuro y ya con todo iluminado a su alrededor. Un abrazo fuerte profe, que usté se merece lo mejor!!

  34. mila saavedra

    siempre me sorprendes con tu don de escribir pepita!
    te felicito por todos tus logros y por tu fuerza que es admirable.
    y muchas gracias por compartir tus historias y espero el libro!!!!!!!

  35. Karina

    Esto si que es valentía…
    Como me dijo un amigo hace poco, nunca te conformes con lo que te tocó, siempre sigue buscando al que más te complemente.
    Me alegro que despertaras y no te conformaras.

  36. Miawallace

    Pepa: me hiciste caer lagrimas con tu historia, jamas imaginé que habias pasado por algo tan grande, pero te felicito por despertar y saber que mereces lo mejor, no lo que sobra. Te felicito!

Replica a Eduardo Bertrán. Cancelar la respuesta